Hoy vamos
a terminar la serie de artículos dedicados a la emisión española emitida el
24/07/1961, dedicada al Arte Románico. Dentado 13 ¼. Método de impresión
huecograbado La serie esta formada por 4 sellos:
El sello
de 25 céntimos reproduce el Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago,
pincha en el enlace para leer el artículo.
El sello
de 1 peseta dedicado al Claustro del Monasterio de Silos, pincha en el enlace para leer el artículo.
El sello
de 2 pesetas a la Virgen de Irache, pincha en el enlace para leer el artículo.
El sello
de 3 pesetas representa el Pantocrátor de San Clemente de Tahull, que es el
sello que comentaremos en este artículo.
El Pantocrátor
de San Clemente de Tahull es una pintura mural al fresco que decora la bóveda
de cuarto de esfera del ábside central de la Iglesia de San Clemente de Tahull
en el Valle del Boí (Lérida). La provincia catalana de Lérida cuenta con magníficos
ejemplos de arte románico. En este sentido el Valle del Boí, en el Pirineo
oriental cuenta con ejemplos del románico lombardo muy emblemáticos y entre
ellos destaca la Iglesia de San Clemente de Tahull, que además de sus pinturas
destaca por su arquitectura, que hablaré de ella en otro artículo.
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| Imagen obtenida de Wikipedia |
Los 2 son
de procedencia italiana pero tienen influencia de los miniaturistas y
muralistas hispanos. El pintor de Santa María había decorado dos grandes
conjuntos: San Baudelo de Berlanga (Soria) y Vera Cruz de Maderuelo (Segovia).
Las pinturas de Tahull se encuentran actualmente en el Museo de Arte de
Cataluña de Barcelona y son uno de los ejemplos más emblemáticos de la pintura
románica europea.
La gran
calidad de las pinturas del ábside esta motivada por la gran maestría del
artista y por la influencia de 3 corrientes artísticas:
-La
bizantina que se empleaba por el Mediterráneo y que el artista debió de
aprender en Italia. Y que se aprecia en la espiritualidad solemne.
-La árabe
que acaba con el hieratismo de las composiciones bizantinas.
-Y la
mozárabe que con el Beato de Liébana logra dotar a las caras de una gran expresividad
y naturalismo.
A finales
del siglo X en el Monasterio de Ripoll se ha creado una escuela de
miniaturistas que logran unir las tres corrientes y que debió de influir en el
Pintor de San Clemente.
En la
bóveda se representa a Cristo en majestad rodeado por la mandorla mística,
aunque el nimbo y la cabeza (detalle reproducido en el sello) rebasan el borde
superior de la mandorla. Con la mano derecha bendice y con la mano izquierda
sostiene sobre su rodilla un libro abierto en el que se lee “Ego sun lux mundi”
(Yo soy la luz del mundo). A los lados de su cabeza aparecen las letras griegas
“Alfa”y “Omega”, que en el cristianismo simboliza el principio y el fin, es
decir, Cristo es el principio y final de todas las cosas.
Todo el
muro de la bóveda se ordena mediante
tres registros de color azul, amarillo y de negro de abajo arriba. En la
banda azul se representa el tetramorfos (símbolo de los 4 evangelistas).
Una banda
con los nombres de la Virgen y de los apóstoles delimita esta parte de la
cuenca del hemiciclo en el que bajo los arcos y separados por la ventana del
ábside se representa (de izquierda a derecha) a Tomás, Bartolomé, María, quien
lleva el cáliz con la sangre de Cristo, Juan, Santiago y los restos de otra
figura que se identifica con Felipe por la inscripción en la parte superior.
El arte románico esta concebido
como un medio de comunicación. Hay que entender que en esa época la gran mayoría
de la población no sabia leer ni escribir por lo que el arte románico estaba
concebido para difundir entre la población un mensaje.
Este hecho motiva que el programa icnográfico
este por encima de la condición estética de la pintura, es decir, es el eje de
toda la composición, por lo tanto conocer el programa icnográfico es vital para
entender las pinturas románicas.
La fuente icnográfica se encuentra
en el Apocalipsis de San Juan. Se representa a Cristo en majestad rodeado de la
mandorla mística o por el ovalo de la perfección divina, que impone reverencia
y temor. Es un Cristo Juez, señor del Principio y el Fin. Esta bendiciendo y
sostiene en la mano izquierda el libro de la doctrina cristiana en el que
indica “Yo soy la luz del mundo”. Lo acompaña el tetramorfos, es decir, los símbolos
de los 4 evangelistas: el león, el toro, el águila y el hombre. En el siglo XII
además los 4 seres simbolizaban: el hombre la encarnación de Cristo, el toro su
sacrificio en la cruz, el león su resurrección y el águila su ascensión. El
tema del tetramorfos es un tema complejo a tratar y ya hablaré más
detenidamente de él en otro artículo.
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| El 12 de marzo de 2002 se emite la tercera serie de Framas del Vaticano, compuesta por cuatro modelos dedicados a los 4 evangelistas que decoran los mosaicos de la Cúpula de la Basílica de San Pedro. |
Como he mencionado anteriormente
el conjunto se estructura en torno a registro de distintos colores: el azul
simboliza la bóveda celeste, el amarillo el sol, y el negro simboliza lo que no
existe.
La lectura de la bóveda para
algunos autores es la siguiente: Cristo ha creado el mundo y la luz, y los
evangelistas han sido los testigos. Si el hombre continua los preceptos del
libro será salvado, de lo contrario la justicia de Dios caerá sobre el hombre,
en el Juicio Final.
Debajo del Pantocrátor o Cristo
Triunfante entre el cielo y la tierra se representa el cortejo celestial de los
Apóstoles y la Virgen, que portan los símbolos de la verdad y de la redención,
María porta el cáliz con la sangre de Cristo.
Para muchos investigadores la
cuenca del ábside es el cielo, la zona intermedia es la Iglesia, mientras que
la inferior es la tierra, es decir, María y los apóstoles simbolizan a la
Iglesia. Y la ventana simboliza la luz que podemos percibir gracias a los
doctores de la iglesia.
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